domingo, 28 de junio de 2009

Dulces Hermanitos


Se acercó sigilosamente a la puerta tratando de no ser escuchada.

--...tu consentido es Pepe...-- Oyó decir al Papá.


Se alejó despacio y caminó hacia la cuna de Pepe, lo miró por breves segundos antes de despedazarlo.


En la mañana la madre se acercó a la cuna y soltó un grito histérico, entre sus manos sostenía las entrañas y cabeza de algodón de Pepe.

lunes, 8 de junio de 2009

DUELO EN GUATEMALA POR EL ARTE LIBRE

martes, 2 de junio de 2009

La Rebelión

No tenía nada que hacer, solo sentarse frente al televisor y ver que sucedía… en su cara se dibujo una expresión de odio, sabía que algún día lo dirían. Sintió rabia y fue directo al monitor. Sonrió un momento hasta que soltó una tremenda carcajada que interrumpió a los demás que se encontraban dentro de la habitación. Nadie dijo nada, solo empezaron a reírse del puño ensangrentado dentro del único monitor que los entretenía.

Cuando Hace Falta lo Esencial

Todas las mañanas cuando el sol pegaba sobre su cara, él abría los ojos, sonreía con una mueca triste, era irremediable todo aquel peso que le acongojaba.

Se levantaba y cuando llegaba al baño miraba al enorme espejo pegado en la pared y siempre volvía a sonreír con la mismo gesto deprimente, después sus ojos se pegaban siempre a la cajetilla de cigarros sobre el lavamanos, pero solo eso podía hacer, “mirarla”, después salía al balcón para ver el paisaje nublado que lo acompañaba, se recostaba y soltaba un suspiro acompañado por el mismo gesto amargado, hacía mucho tiempo que deseaba suicidarse de cualquier forma, artística o no, él deseaba dispararse o utilizar aquellas hojas de afeitar Gillette o simplemente colocar su rostro en un plástico, pero no podía por que su cuerpo carecía de todo lo necesario para hacerlo.

Sana Alimetnación

Me sonreía mientras que con un cuchillo se iba cortando la panza. Después mire como tomaba su intestino hasta llegar a una parte inflamada y sanguinolenta de color morado, se cortó un pedazo y se lo llevó a la boca. Mientras masticaba con gran entusiasmo y hambre me ofreció un poco. Claro, lo rechace, no podía comer al mismo tiempo que le cosía.