Quería trabajar con los sueños desde niño, fue la fantasía
más grande que tuvo. Estudió mucho y
leyó libros de toda tipo: científicos, esotéricos, religiosos, para lograrlo. Cuándo estuvo preparado para hacerlo se dio cuenta
de algo obvio, algo que olvidó, algo de lo más trillado del mundo: “Él era el
sueño de otro soñante que soñaba”.
Pasó días enteros deprimido, encerrado en el pequeño
apartamento que había alquilado durante todo ese tiempo de investigación y que
ahora se tiraría al basurero sin problema alguno. Pasó así mucho tiempo hasta que se dio cuenta
de lo mágico que podría significar ser el sueño de alguien.
Imagen: http://rizzamaruja.files.wordpress.com/2011/03/5.jpg