El Baile

Había una princesa que todo su reino admiraba por su belleza.  Los artistas creaban obras en su honor que todas las mujeres envidiaban.

Un día se deprimió y lo contagió a todo el lugar.  Desde las grandes atalayas hasta los más simples ciudadanos se desplomaban.  Un manto de muerte los cubría.

El gran hechicero del reino se acercó a ella y le susurró algo al oído.

Ella, entonces, corrió para entrar a las cloacas de la ciudad.  Caminó manchándose toda de mierda hasta llegar a un pequeño claro en medio de toda la pestilencia.  En ese momento sintió una gran alegría, bailó con todos los despreciados del reino y la depresión se fue diluyendo en cada movimiento.



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Adentro

Ella le extendiendo la mano temblorosa con una llave ensangrentada, sentía un terror que se acumulaba en su ser.

Él cerró los ojos con mucha fuerza y  se encogió en sí mismo sintiendo un dolor en su pecho, solo dejaba salir un grito agónico.

Entonces, ella corrió hacía la puerta y esta se cerró inmediatamente bajo llave.  Volteó y observó que de la boca de Santiago salía una mano y otra, que hacían prensión para abrirla más.  La mandíbula se desencajó y la piel se estiró.  Salía de ella un hombre desagradable con una rabia sin control, en la mano llevaba un cuchillo de carnicero.

-Soy Barba Azul –le dijo y se acercó con la intención de matarla.

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