En la tierra existió un hombre
como cualquier otro, con la diferencia que este tenía la cabeza de globo, uno de
color rojo. Tenía la facilidad de
cambiar de estado de animo como se le antojara, solo era necesario tener un
pañuelo y borrar la curvatura de la línea que representaba su boca. Curva hacia abajo, feliz; curva hacía arriba,
tristeza; varias curvas, molestia; sin curva, solo una línea recta, seriedad;
tenía esa basta posibilidad.
Era alguien que toma sus
precauciones por su condición, sostenía su cabeza con la mano derecha para
poder mantenerla junto a su cuerpo porque muchas veces había ocurrido que su
cabeza había flotado más allá de las nubes, se iba sin prestar atención a lo
que dejaba abajo. En esos momentos se
dedicaba a viajar por el cielo, por el espacio, por sus ideas y pensamientos,
analizaba todo, lo estudiaba con una gran pasión. El cuerpo quedaba en la tierra, camina de
forma automática, andaba de un lugar a otro, de la casa al trabajo, del trabajo
a gimnasio y de este a la casa nuevamente.
Su cuerpo estaba con su familia, con los amigos, con las amantes, etc.
sin percatarse de lo que hacía. Mientras
sucedía todo eso su cabeza estaba más allá, podía ver las nubes, el sol
reflejado en ellas; percibía las estrellas que hacían las ciudades y que hacía
el universo, sentía el aire acariciar su redonda cabeza y se sentía feliz. Flotaba sin objetivo por los espacios remotos
del cielo.
Un día su cuerpo sufrió un cambio,
sus pies iniciaron a transformarse en raíces, sus piernas en troncos y su
cuerpo, torso, brazos y cuello, en ramas que intentaban terminar en un frondoso
follaje. Eso intentaba su cuerpo, porque
muchas veces la cabeza seguía con la intención de ser un globo rojo y flotar en
el cielo.
Así que las raíces, el tronco y
las ramas de su cuerpo hicieron amarrar el globo en una de las ramas con más
conexión con las raíces. Lo lograron, el
globo rojo se transformó en un globo con un follaje hermoso y flotante, sostenido
fuertemente de las ramas y las raíces.
Al fin pudieron estar unidos por
mucho tiempo. Claro, a veces la cabeza,
ahora siendo un globo rojo con follaje verde, regresaba a su estado y se fugaba
flotando en el cielo, solo que ahora regresaba más rápido y se mantenía más con
su cuerpo echando raíces.
imagen: https://www.flickr.com/photos/pablolizardo/2318529277/in/photostream/
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