Las diminutas naves ahora estaban frente a Goliat
el destructor interdimensional, era enorme, sin una forma definida, su piel
estaba cubierta de un líquido viscoso y putrefacto, tenía unos apéndices que se
movían sin ritmo alguno.
Los pilotos escucharon el retumbar del grito de
aquel gigante, un sonido grave, potente y terrorífico.
Unos huyeron al instante y pocos decidieron hacerle
frente. Dispararon las bombas apocalípticas, rayos y todo su arsenal
bélico, pero era imposible, Goliat había aprendido de otras guerras terrestres,
bíblicas y está vez sabía cómo destruir.
En la Tierra esperaban el regreso de sus naves,
pero solo escucharon de nuevo el sonido de guerra de Goliat y lo apéndices
atravesando el portal.
Imagen: http://www.fabulantes.com/wp-content/uploads/2015/06/gusanos-de-tierra-dune-mariano-henestrosa-imagen-portada.jpg
No hay comentarios.:
Publicar un comentario