martes, 25 de febrero de 2014

Caída


I


Caminó inseguro en la oscuridad, hasta que sintió caerse a un abismo. Oscuridad nada más y la sensación de la caída acentuaba el miedo. A veces trataba de aferrarse a las paredes pero no lograba sentirlas, era como si no existieran.



II

Despertó repentinamente, el sudor frío recorría su cuerpo, las sábanas estaban húmedas. Su mano, entonces, recorrían con tensión y fuerza las texturas de los cobertores, de las líneas que se formaban de las telas y sintió que no eran de la cama en donde dormía siempre, esta cama no era la suya, su ropa tampoco. Se levantó velozmente al baño, se lavó la cara y notó en el reflejo del espejo que no era su rostro el que lavaba. Corrió al dormitorio y se tiró a la cama y cerró los ojos y gritó.



III

Cuando abrió los ojos, él seguía cayendo sin sentido en el abismo. El terror lo recorrió nuevamente y gritó con todas sus fuerzas. Sus manos tensas deseaban sostenerse de algo, pero era imposible y gritó nuevamente hasta desmayarse.



IV

Cuando despertó dejó de existir, no había nada, su cuerpo había desaparecido y se quedó en un vacío, en la ambivalencia, en la no existencia.



V

Su cuerpo estaba tirado, cerca de la sala. Debajo de él un charco de sudor. Su rostro tenía una mueca entre paz y terror.


Imagen:https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhK-ih5eLn-OIby2btfrp9UrBlGizQLzf9isEn2lDgzupW6CT7rlP9zYwec3y3MUkVe54FlJxysTvwmemJifUjp6RajUr4F0m4E895qIXuUNJ_uGWor8Z0P0iht9T4upI9dya8pbxNNc5k/s1600/abismo.jpg