miércoles, 26 de noviembre de 2014

Aprender a Ser Estrella





La última noche que lo vio fue parado frente a los pies de la cama, sonriendo, viéndose mucho más grande de lo que era.
-¿Qué haces ahí?-Le preguntó.
-Es tiempo, he aprendido a ser Estrella.  Es el momento.- Entonces salió de la habitación, tomó la perilla de la puerta y medio cerró la puerta para dejar entrar un poco la luz de la sala.  Sus pasos se alejaron poco a poco dejando un pequeño eco que nunca había sucedido, dejando atrás una pequeña estela de luces diminutas.
Al día siguiente se levantó pensando que aquella experiencia había sido un sueño, pero no.  Realmente se había transformado en una estrella.

imagen: https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhy1uryYFIuUKCDYLtieoNaEYm3iV4xuRg-LB5p29mZ8J1i9bn-m9T-Ok2lTs-CArT9BoArPGGby_x6QqHq6cQoxKTxyntDoy-wDZmEtKmRRhVxaWSd5NU0aD8S59sOZOhuCSD2GVKzrQiC/s1600/puerta2.jpg

jueves, 20 de noviembre de 2014

Cabeza de Globo




En la tierra existió un hombre como cualquier otro, con la diferencia que este tenía la cabeza de globo, uno de color rojo.  Tenía la facilidad de cambiar de estado de animo como se le antojara, solo era necesario tener un pañuelo y borrar la curvatura de la línea que representaba su boca.  Curva hacia abajo, feliz; curva hacía arriba, tristeza; varias curvas, molestia; sin curva, solo una línea recta, seriedad; tenía esa basta posibilidad.

Era alguien que toma sus precauciones por su condición, sostenía su cabeza con la mano derecha para poder mantenerla junto a su cuerpo porque muchas veces había ocurrido que su cabeza había flotado más allá de las nubes, se iba sin prestar atención a lo que dejaba abajo.  En esos momentos se dedicaba a viajar por el cielo, por el espacio, por sus ideas y pensamientos, analizaba todo, lo estudiaba con una gran pasión.  El cuerpo quedaba en la tierra, camina de forma automática, andaba de un lugar a otro, de la casa al trabajo, del trabajo a gimnasio y de este a la casa nuevamente.  Su cuerpo estaba con su familia, con los amigos, con las amantes, etc. sin percatarse de lo que hacía.  Mientras sucedía todo eso su cabeza estaba más allá, podía ver las nubes, el sol reflejado en ellas; percibía las estrellas que hacían las ciudades y que hacía el universo, sentía el aire acariciar su redonda cabeza y se sentía feliz.  Flotaba sin objetivo por los espacios remotos del cielo.

Un día su cuerpo sufrió un cambio, sus pies iniciaron a transformarse en raíces, sus piernas en troncos y su cuerpo, torso, brazos y cuello, en ramas que intentaban terminar en un frondoso follaje.  Eso intentaba su cuerpo, porque muchas veces la cabeza seguía con la intención de ser un globo rojo y flotar en el cielo.

Así que las raíces, el tronco y las ramas de su cuerpo hicieron amarrar el globo en una de las ramas con más conexión con las raíces.  Lo lograron, el globo rojo se transformó en un globo con un follaje hermoso y flotante, sostenido fuertemente de las ramas y las raíces.

Al fin pudieron estar unidos por mucho tiempo.  Claro, a veces la cabeza, ahora siendo un globo rojo con follaje verde, regresaba a su estado y se fugaba flotando en el cielo, solo que ahora regresaba más rápido y se mantenía más con su cuerpo echando raíces.

imagen: https://www.flickr.com/photos/pablolizardo/2318529277/in/photostream/

viernes, 24 de octubre de 2014

Los Rostros de Pedro




Mi nombre es Pedro, este es el último día que escribo en  este diario, también sé que es el último día de mi vida, estoy cansado y ya no puedo más, es insoportable la situación que estoy atravesando.  –Pedro hacia una diminuta línea escrita en una letra ilegible en un cuaderno que estaba lleno de la misma letra.  El manuscrito estaba sucio, se observaban las manchas de moho y de humedad en sus hojas y en la pasta.
Ya no puedo más, hace más de un año me creció un ser en la panza, lo puedo ver y a veces se ríe de mí, otras veces no se calla.  Al inicio fue interesante estar con otra persona, con otro ser que parecía ser comprensible, pero ahora no lo aguanto.  –Pedro estaba tirado en el piso.
Es el momento, está decidido.- Y dejó de escribir.
Quedó el diario a un lado y cuando se paró dejó al descubierto el vientre en donde había una criatura semiformada.  Tenía un rostro completo pero deforme, solo emitía gemidos porque en lo que podría ser su boca había una cinta de aislar gruesa de color negro, también del mismo vientre salía algo que podrían ser un hombro con su brazo y una pierna, se movían como deseando detener a Pedro sin éxito.
Pedro respiró profundamente con un revolver en su mano apuntando lo que podría ser la sien del otro personaje que se movían tratando de detenerlo, a veces gemía y otras veces se reía sin control.  Pedro disparó.
El dolor era insoportable.  Había caído al piso, su mirada se posó inmediatamente en aquel ser que parecía estar muerto: Sangraba y los ojos estaban abiertos sin vida.  Pedro Solo sonrió.
Empezó a arrastrarse hasta llegar a la puerta de su apartamento y poder pedir ayuda a sus vecinos, pero la mano izquierda se agarró fuertemente de una esquina impidiendo seguir el trayecto.  Los ojos de Pedro se hicieron grandes, no podía creer lo que veía, su hombro empezaba a tener la forma del mismo rostro que había asesinado y ahora controlaba la parte izquierda de todo su cuerpo. 


imagen: http://micasaesmimundo.blogspot.com/2013_10_01_archive.html Etude pour l'assasinat du double, de André Masson

jueves, 26 de junio de 2014

El Penal del Siglo



     El calor estaba llegando a su punto más elevado,  las miradas de los espectadores eran hacía Benjamín.   Él sentía todo eso, la presencia tensa de los aficionados y además el cómo corría el sudor en la frente y en la espalda, las gotas bajaban dejando un camino que era recorrido por otra más.  Usó el antebrazo para secarse un poco.

     Sus ojos intentaban estar atentos a la pelota que estaba en el punto penal.  A veces miraba a los ojos del contrincante que estaba igual de nervioso y bajaba la mirada viendo las piernas para tener una idea de la futura dirección del tiro y nuevamente regresaba a la pelota.   La sensación de vacío se extendía más cuando no lograba interpretar hacía donde podía patear y para ello movía las manos y los pies, así también trataba de desconcentrar al “Gran Álvarez” como era conocido.

     Cuando sonó el silbato, Benjamín miró a Álvarez como corría con todas sus fuerzas, era como si vinera de la portería contraría dándose el impulso máximo.  Tomó aire y al momento de ver como pateaba la pelota se tiró con todas sus ganas adivinando la trayectoria del balón.

      Benjamín sintió como la pelota era rozada por sus dedos derechos.  Había sido como una caricia a ese esférico que venía con mucha potencia.

      Después de eso no escuchó nada, solo calló al suelo de tierra que había en la cuadra de su barrió que aún no había sido adoquinada.  Abrió los ojos y solo podía ver el polvo que se había levantado cubriendo a unos quince niños que corrieron para defender su punto de vista.  Peleaban por ese último gol que representaba ganar o perder el partido del día, después de dos horas juego constante.  Unos gritaban que había pasado rosando las chumpas que habían sido utilizadas como parales, otros vociferaban tratando de ser escuchados entre todos los gritos diciendo que sí gol.  Todos daban explicaciones, se movían de un lado a otro,  movían los parales y otros las dejaban.  Era una batalla campal sin fin.

     Benjamín se paró, se secó el sudor mezclado con tierra y se acercó para pelear con los demás.


imagen: http://mundo52.com/files/imagecache/nota_completa/futbol%20pelota%20zoom%20in_4.jpg

lunes, 23 de junio de 2014

Nuevos Días





Día 2

Nunca imagine llegar a esta edad, en la actualidad ya nadie lo logra, después de las guerras que surgieron entre los extraterrestres y los seres humanos es casi imposible sobrevivir a los tóxicos que ambos bandos dispararon.
Tal vez he llegado a vivir tanto porque nací el mismo día en que aquellas luces empezaron a cruzar los cielos.  Las llamaron “Campo de Fuerza Ultra Liviano”, se suponía que era capaz de dejar salir nuestras armas y que los extraterrestres no lo atravesarían.  Pero no fue así.  No sé porque lo recuerdo, tal vez es por la memoria que me insertaron en el parto o tal vez fue mi marca, eso último me lo dijo mi  máquina-madre que me crio por la ausencia ya de seres humanos capaces.  Todos estaban entorpecidos por los contaminantes, se comían unos a otros o sencillamente había muerto en el campo de batalla.
Es posible que esos rayos al momento de mi nacimiento hayan transformado mi ADN, eso me lo dijo la máquina-médico, y me hayan hecho inmune a la toda la porquería que había en ese tiempo.  En la actualidad, nadie logra sobrevivir más allá de los dieciocho años.  Yo por el contrario he llegado a los veintiséis con algunas dificultades.

Día 1
Ya solo falta un día para la ejecución.  Todos están tranquilos, pareciera que nadie piensa más allá de las consecuencias de esta situación.  Yo he intentado dormir pero no puedo, la Transparencia de los parpados imposibilita en estos momentos.  A veces me entretengo viendo mi corazón latir o cómo se ensanchan los pulmones cuando entra el pequeño aire que puedo obtener.

Día 0

Hoy se realiza la ejecución.  Los únicos seres humanos mayores de dieciocho años estarán presentes, solo yo.  Soy un engendró.  Sí así dijo el Maquina-juez.  Promulgó una ejecución rápida para evitar la propagación de mi ADN.  Lo que no saben es que esa programación biológica la he dejado dentro de mi Amante-máquina hace algunos días.



imagen: http://m1.paperblog.com/i/102/1028706/battleship-2012-L-yD4rYR.jpeg