martes, 2 de junio de 2009

Cuando Hace Falta lo Esencial

Todas las mañanas cuando el sol pegaba sobre su cara, él abría los ojos, sonreía con una mueca triste, era irremediable todo aquel peso que le acongojaba.

Se levantaba y cuando llegaba al baño miraba al enorme espejo pegado en la pared y siempre volvía a sonreír con la mismo gesto deprimente, después sus ojos se pegaban siempre a la cajetilla de cigarros sobre el lavamanos, pero solo eso podía hacer, “mirarla”, después salía al balcón para ver el paisaje nublado que lo acompañaba, se recostaba y soltaba un suspiro acompañado por el mismo gesto amargado, hacía mucho tiempo que deseaba suicidarse de cualquier forma, artística o no, él deseaba dispararse o utilizar aquellas hojas de afeitar Gillette o simplemente colocar su rostro en un plástico, pero no podía por que su cuerpo carecía de todo lo necesario para hacerlo.

1 comentario:

Deprisa dijo...

:-s Tremendo. Qué desesperación. Sobran más palabras.