Estaba borracho.
La conciencia de todo lo que le rodeaba o de lo que él era, se estaba esfumando, pero intentaba permanecer dentro de la realidad lo más que podía.
Cuando todo estaba perdido, empezó a tirar polvos por todos lados. Intentaba darse impulso aun que fueran algunos pasos tambaleantes y sacaba de su mano todas las partículas que podía, lo hizo incontables veces.
Ya en los últimos momentos, cuando la locura fue extrema, cuando la borrachera estaba llegando a su pico, lo único que hizo fue tomar el revólver y disparar. La materia gris salió despedida a gran velocidad y manchó lo negro del cielo.
Así fue como Dios dejó de existir y creó el universo, las galaxias, las estrellas y los planetas.
La conciencia de todo lo que le rodeaba o de lo que él era, se estaba esfumando, pero intentaba permanecer dentro de la realidad lo más que podía.
Cuando todo estaba perdido, empezó a tirar polvos por todos lados. Intentaba darse impulso aun que fueran algunos pasos tambaleantes y sacaba de su mano todas las partículas que podía, lo hizo incontables veces.
Ya en los últimos momentos, cuando la locura fue extrema, cuando la borrachera estaba llegando a su pico, lo único que hizo fue tomar el revólver y disparar. La materia gris salió despedida a gran velocidad y manchó lo negro del cielo.
Así fue como Dios dejó de existir y creó el universo, las galaxias, las estrellas y los planetas.
1 comentario:
Excelente relato Pipo, me gustó, y el primero igual.
Me alegra mucho que al final se animara a iniciar una de estas cosas ojalá (como Ud. mismo dice lo pueda continuar)...
Felicidades otra vez...
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