sábado, 30 de julio de 2011

Historias Cuatro X Cien

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      Se miraban detenidamente, sin pestañar, sin hacer movimiento alguno, sabían que hacerlo podría propiciar el desequilibrio y derrumbar lo construido durante los siglos de los siglos.
    Una vez, uno de los personajes intentó hacer algo sin despegar la mirada, pero eso ocasionó muchos problemas que no han podido solucionar. En otra ocasión el otro personaje pestaño porque había algo molesto a su alrededor, un viento pequeño que navegaba por esos lugares, y destruyó un sin fin de elementos mágicos nacidos durante el equilibrio.
    De esas experiencias, los dos personajes, desnudos, mantienen las miradas detenidamente tratando de no perturbar otros mundos.
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     -De quien menos había sospechado era de ti, Pedro Luis…- se escuchó dentro de la casa, estaban todos reunidos viendo la telenovela, emocionados a pesar de saber el final.
     A fuera estaba ella esperando al primer cliente de la noche. Sabía que vendría el mismo de siempre, todos eran iguales, con deseos de carne fresca. Al final la dejaban en el cuarto del motel envuelta en olor a sexo y sudor.
     Se detuvo un carro con el primer cliente, ella se acercó despacio apretando con fuerza una diminuta muñeca que tenía dentro de su bolsa tratando de olvidar su niñez.
***

   De quien menos había sospechado era del “Chucho-Lobo”, esa temible bestia, ese salvaje ser, enorme, de pelaje negro, cola larga y colocha, orejas puntiagudas y ojos del color de la sangre.
      Sabía de la existencia de la llorona, del sombrerón y de la siguamonta; me protegí de ellos, pero nunca del “chucho-lobo”, eso terrible no se cruzó por mi mente.
     Ahora ese demonio devorador, con hambre insaciable se refugiada en el interior de nuestra aldea: Santa Ana. En el día parece un lugar apacible, pero cuando la oscuridad cubre el poblado con su manto se siente su sed a muerte.
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      Llegaron de repente y sin aviso, ocultándose entre la sombra de los árboles que crecían alrededor del poblado. Tenían los ojos inyectados de rabia, en su sangre fluía un monstruo sádico entrenado para torturar al enemigo. Así fue como llegaron: como fantasmas, como ágiles depredadores, como seres sedientos de muerte.
      Todos morimos esa madrugada, los hombres fueron desmembrados, las mujeres violadas y quemadas; y los niños triturados entre las rocas y utilizados como alimento para los perros. Solo sobrevivieron bajo tierra los llantos, los gritos y la desesperación.
     Así como llegaron se fueron, con la misma rabia, odio y sadismo.
 
(basado en la propuesta del concurso de Los Buc Buc http://www.facebook.com/losbucbuc antes de Filgua)

1 comentario:

Anónimo dijo...

me gustó el segundo, Http://pasequelecuento.blogspot.com